sábado, febrero 13, 2010

chaos and creation.

Ya no leo lo que siento en lo que escribo.
Ajena. La tinta le escapa a mis venas.
Perdida. Y, como dije alguna vez, poseída.

Caos y creación.
¿Es por eso no?
Para quererte, para asumir que te quiero, debo perderlo del todo a él.
Debo destruirlo desde sus cimientos.
Perder la acentuación de su voz al enojarse, la brisa sobre sus ojos al mirarme, lo irritante de su sonrisa al discutir, lo omniabarcante de sus labios al besarme, la embriagante felicidad escondida entre sus brazos.
Debo desposeerme de él, exorcizarme.

Hundirlo (Atlántida).
Quemarlo (Alejandría).
Crucificarlo (Nazaret).
Atomizarlo (Hiroshima).

Qué difícil es ser una y, a pesar de una, amar.

Para que extiendas la sombra de tu imperio debo apagar por completo los rastros del rey sol.

Argentina, tu egoísmo es colonizador y yo me pierdo en tus calles infinitas, en la acritud de tus masas, en la perseverancia de tus millas.

¿Cómo decirlo?
¿Cómo declararse sitiada, derrotada, enajenada?
¿Con qué sonrisa, lagrima, ilusión?

Perdí en una guerra en la que nunca batalle.
Yo, tercer mundo. Desarme, hambre, dolor.
Tú con ínfulas de Napoleón. Tu oratoria perfecta, anatomista, desarmante.

Un grito ahogado me desgarra el pecho.
Me consume la boca un silencio eterno.

¿Tan ambigua es mi lucha?
¿Tan ambivalente mi petición?

Los idiotas duermen poco hoy.

4 comentarios:

jacqui dijo...

estas lineas las habia leido hace algunos meses no? me gusta como te quedo finalmente! =)

Taormina dijo...

si, es un texto del año pasado re editado. que memoria funes! jaja

papa tico dijo...

se te va a extrañar taormi.. voy a seguir tus relatos desde tierras lejanas

Taormina dijo...

me mato el pseudonimo jaJA