mi revolución (continuidad fragmentada)

¿por qué los recuerdos siempre tienen un brillo marmóreo y pálido?
¿por qué los pintores los retratan en sepia y los grandes cineastas los muestran en gris?
¿para ***, quizás, con la suavidad de la lagrima al atravesar la mejilla impávida, impertérrita?
¿o para que duela menos? ¿para parecer más muertos que nosotros y no aterrarnos?
¿para que no me gustes tanto o para extrañarte menos?
¿ para adentrarse con su inmovilidad, hibrido mortal de perversión e histeria, en las entrañas de la memoria?
¿ o para encontrarlos entre velos y capas de irrealidad o ensueño, despertar confusas dudas, dudar, dudar, y darlos por muertos?
¿por qué, entonces, me duelen tanto los recuerdos?
todavía me duele, todavía dolemos, todavía me dolemos.


*** palabra ilegible debido a la letra jeroglífica de quien escribe. porque quien escribe lo hace a mano, garabateando sobre el papel, en algún subterráneo-ómnibus-tren perdido entre los circunloquios de las calles de buenos aires.

del porque no uso reloj y otros axiomas.

detesto las ordenes, las sugerencias con ordenes implícitas, la soberbia y la pedantería.

no me gustan los relojes, sabias? los detesto. ni siquiera tolero que me marquen las horas.
el reloj por si mismo es soberbio. y se equivoca de una forma atroz. para los grandes no existe el tiempo, ni para los sueños, ni para aquello ridículo que algunos llaman amor. el utilitarismo es tan actual como las siliconas, el botox y el viagra. el tiempo entonces deforma, solo deforma.tiñe los colores de la primavera, desgasta la suela de los zapatos... se come la vida.pero acaso existe realmente? o es el hombre y la mujer quienes pierden sus años y le echan la culpa de forma fascista a un "enemigo exterior".muy moderno también, un tanto fetichista quizás. la culpa exorcizada le paga la hora al psicoanalista.pero es deprimente, decepcionante. mientras las agujas del reloj recorren la circunferencia con que los humanos ilustramos el "tiempo", el tic tac imprime una conciencia despersonalizada al yo. un "tiempo" que avanza a saltitos símil alguna teoría neo evolucionista. un "tiempo" mecánico. un "tiempo" irreal.que me muestre alguna vez alguien al tiempo. la flor marchita es la misma flor que antes florecía? es un artilugio de la narrativa racionalista, nada mas.pero hay algo mas allá de esta conciencia del ahora inefable? el pasado es tan real como los sueños, tan peligroso como la esquizofrenia. y el futuro? una idea vacía y pueril.el tiempo y el utilitarismo son el reloj y la mano que le da cuerda a las horas. la vida una gran maquina que se desploma sobre la angustia humana.si, decepcionante. somos artífices de nuestra propia realidad. hay que abrir los ojos para descubrirnos inmersos en el caos (o tal vez cerrarlos?). no hay tiempo, solo un yo que me hace eco mientras escribo. detesto el tiempo, los relojes, las maquinas-hombre, y la afición mercantilista por encontrarle a todo precio y utilidad.

adomingada (non, rien de rien).

el domingo me devora. soy nada pero existo. una nada existencial.

s dice que es una nada corporea.

yo digo: exacto. una nada q me devora por dentro. en efecto espiral. me absorve. ¿y para calmarla q? ataco la heladera. asi de golpe y sin tregua, media heladera abajo.

s dice: claro. salvo que recurra al tabaco.

yo digo: te saca el hambre a vos?

s dice: si, irreversiblemente. el hambre, la ansiedad y los pulmones.

mi hambre debe ser mas profundo. o la nada que me vacia mas intensa.o los domingos deben ser mas crueles conmigo. sobre todo cuando hace frio y las cosas no son exactamente como quiero.

yo digo: s estas cambiado, creciste.

sin ganas de titular.

complicada. más que situación, augurio.
no se puede hacer un pacto con la suerte, no se puede ni se debe en si.
los hombres carecen de matices.
y yo, amoral, eclipso mi femineidad en un rapto de ansiedad fulminante.
de nuevo no debo. ¿pero puedo?


luminarias. al cerrar los ojos, un fantasma.
ilusión que se deshace en el frío glacial de la mañana.
y yo, cadáver.
de tantas certezas, aquí no hay ninguna.
nihilista al fin.

el “bochorno” es mas que una palabra que circunda, acecha.
una dislexia crónica se apodera de mi anacronismo.
como en el lejano oeste, allí el sol y aquí tan solo yo.
el sol y yo. no hay tu.
ficción al fin.

desposeída, mas que alienada.
él narcotiza mis días con rompecabezas adustos.

mas alla del principio del placer.

libre sentir. esperar lo ausente.
la hoja pálida y el recuerdo perdido.
el temor desgarra la ilusión de toda ingenuidad posible.
la idea es justamente retomar ese imposible y reafirmarse en la no concreción.
sujeto deseante y deseo. perversa necesidad. estratagema sexual.

perfidia inocua se sumerge en la busqueda de la imagen latente… gano lo ausente, la perdida misma, el no saber por temer saberse.

lo que es y puede no serlo, pluralidad que enriquece a un código no binario. el error reclutado al circo de lo efímero. se perpetua en trance, feroz y voraz. mientras el agua corre a sus pies, conjurando lo que nunca tendrá.

¿inmaduro? austero. la duda cimienta el colapso. se detiene y contempla la sangre a sus pies, su andar esclavo y la aguja en el pajar.

el horror inunda su estomago y suelta, demencial, un grito pegajoso que despedaza el oído de la gran ciudad.

incertidumbre.

una presencia detestable. invasora. clamando potestad de las palabras mas bellas construye y destruye con un solo soplo la vulnerabilidad de la aurora.


poder insoluto. se arma de valor y se desploma. contradicción y ambigüedad decoran el funesto frenesí de la deserción.


deserción, destiempo, se aterra enajenado.


contextualizando, la interpretación adquiere colores pardos. hipócrita y vana recae en la exageración.


el interpretante es quien construye el significado: eslabón perdido, ilusión sepultada.


lo imposible adquiere aura. aura profana y eterna que se debate entre dos reflejos sin dictaminar posición.difusa la idea, se pierde entre la superficie esponjosa de la niebla para adquirir una altura inusitada. ¿destino incierto esta vez?

mi revolucion.

creo que el día que deje de amarte habré sucumbido a la mierda conformista de este sistema alienante.

podré decir “sí por fin soy esclava: ya no pienso, ya no lucho, ya no soy yo y no te amo”.

amarte, a pesar de todo, es mi revolución.

fragmento de mi revolución.